Los primeros días tras la llegada de un bebé a casa son una locura, pasan muy rápido y los bebés cambian día a día, a veces más rápido de lo que podemos darnos cuenta.
Capturar sus gestos, las primeras sonrisas que se les escapan cuando duermen, sus deditos y esos pies tan chiquitines para que podáis recordarlos siempre que queráis es una de las cosas que más me gusta de mi trabajo.